Hoy he subido a ver si observaba algo interesante en Salburua y me ha vuelto a sorprender el bajísimo nivel de agua que presentan sus charcas. Desde el observatorio en el que me encontraba, el aspecto que presentaban las mismas es el de un secarral que pide a gritos agua con urgencia, para que el ecosistema habitual vuelva a regenerarse y su flora y fauna vuelva a lucir en todo su esplendor.
La agradable sorpresa me la han dado una pareja de pechiazules que aunque han estado muy a cubierto y a mucha distancia de donde yo me encontraba, se han dejado ver en las orillas del carrizal. A pesar de su escasa calidad, dejo aquí unas fotos como testimonio
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