A mediados de junio me trasladé a visitar el Soto de Viñuelas, en la localidad de Tres Cantos en la comunidad de Madrid, con la intención de fotografiar a la bellísima oropéndola.
La belleza de estas aves me tiene fascinado desde que comencé con la pasión del avistamiento de aves, y lo cierto es que en este lugar las posibilidades de fotografiarlas son realmente increíbles.
Como sugerencia constructiva, y por si los gestores de estos hides pudieran tenerlo en consideración, considero que además de garantizar la presencia de las aves en el escenario, extremo este al que no se puede poner ningún pero, la elección de los posaderos más adecuados, también debería de ser un aspecto al que dedicar toda la atención que requiere.
Si las aves son atraídas a los posaderos con racimos de uvas, algo muy natural para estas aves, lo que pediría un escenario que intensase recrear un entorno natural, serían unos posaderos partiendo de vides o parras, donde un racimo de uvas que colgase de ellos, no significase ser un objeto extraño que sistemáticamente hemos de hacer desaparecer del escenario, para que la imagen no de la sensación de antinatural.
Un ejemplo de lo que comento se puede observar en la última imagen correspondiente a un mirlo común.
Oropéndola
Picogordo
Rabilargo
Gorrión moruno
Gorrión chillón
Mirlo común