Este fin de semana me he acercado a Salburua después de un par de meses sin hacerlo. A diferencia de la gran cantidad de agua que presentaban las charcas entonces, en esta ocasión el nivel del agua había descendido tanto, que gran parte del humedal que queda frente a uno de sus observatorios, presentaba el aspecto de un lodazal con apenas unos charcos con agua. Sin embargo el inconveniente que esto a priori pudiera suponer, a resultado beneficioso a la hora de avistar algunas especies de aves. Este ha sido el caso del esquivo rascón. A pesar de ser un asiduo representante de este humedal, ha sido con ocasión de presentar tal escasez de agua cuando he tenido la oportunidad de verlos en mayor cantidad y de forma más despejada.
He disfrutado enormemente de la presencia de lo que parecía una familia formada por los progenitores y dos pollos ya de buen tamaño, que aparecían y desaparecían de entre los carrizos haciéndome disfrutar de lo lindo. En único pero ha sido que el sol no se ha querido sumar a la fiesta y las fotos han tenido que hacerse tirando de ISO elevado, lo que siempre dificulta el resultado final
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