7 abr 2015

halcón peregrino

   


Me encontraba en la carretera que va desde Santoña hacia Meruelo, viendo desde un alto como los colímbos se alimentaban en la ría, cuando se me acerco un paisano que llevaba tiempo observando con los prismáticos lo que ocurría en los riscos de una cantera abandonada que quedaba a nuestra espalda.

Me comentó si había visto al halcón peregrino que estaba posado en uno de sus oteaderos, para mí fue una sorpresa tremenda que aquella cantera abandonada fuera el abrigo de una pareja de halcones peregrinos que al parecer llevan varios años criando en ese lugar.

Siguiendo sus instrucciones conseguí localizar al halcón y sacarle alguna foto aunque dada la gran distancia a la que se encontraba, no dejan de ser meros testimonios. Después disfruté enormemente de sus vuelos, que fundamentalmente fueron planeos. Daba gusto ver como se desplazaba a toda velocidad aún sin batir sus alas.


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