El pito real es el mayor de los pícidos que hemos podido disfrutar en nuestra estancia en Crémenes. Verlo a pocos metros desplazándose por los troncos de los árboles la verdad es que impone lo suyo.
Siempre adopta posturas vigilantes como si no se fiase del todo del entorno que lo rodea
No hay comentarios:
Publicar un comentario