Debido al mimetismo de estas aves, descubrí a esta solitaria agachadiza gracias a que tuvo a bien desplazarse desde el lugar donde se encontraba en una zona embarrada hasta otra mas próxima al agua. Parece que en su breve desplazamiento se sintió descubierta y rápidamente volvió a buscar refugio en una pequeña hondonada en el terreno, donde solo su cabeza surgiendo del barro delataba su presencia.
Unos días mas tarde en el mismo humedal me encontré con otra agachadiza o tal vez fue la misma...
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