En los tres años que llevo yendo a Salburua, no había tenido la oportunidad de ver al martín a no ser pasando como un rayo de un lado para otro, pero jamás posándose en un lugar donde hubiera tenido la oportunidad de sacarle una foto.
Ayer sin embargo, la diosa fortuna y sus nuevos hábitos supongo, han tenido a bien que esta preciosa martina se posara en distintos posaderos al alcance del objetivo. Como podéis imaginar me fui para casa contento como unas castañuelas
Habrá que intentar repetir en un día con un poquito de sol a ver si la pillo con pescadito y dándose chapuzones
Estupendas Julio.
ResponderEliminarA ver si tengo la oportunidad de seguir disfrutándo de su presencia y puedo conseguir algo mejor...
EliminarTenla bién controlada para cuando os hagamos otra visita jajajajja
ResponderEliminarpierde cuidado, te la pondré en bandeja jajaja
Eliminar