Hoy hemos tenido una mañana bastante fría pero soleada por lo que me he dado una vuelta por el monte que rodea nuestro barrio para ver si algún pajarillo se ponía a tiro de cámara. A decir verdad me ha sorprendido muy gratamente el avistamiento de especies que no son nada habituales por el entorno en que habitualmente me muevo. Por primera vez he podido observar a un zorzal real y aunque su iluminación y la distancia a la que se encontraba ya auguraban fotos meramente testimoniales, no he podido resistir la tentación de subir alguna de las que he conseguido.
Otro de los visitantes nada habitual por estos lares ha sido el picogorgo, es el segundo avistamiento en varios años que he podido documentar. También en este caso la distancia para conseguir alguna foto decente era excesiva, pero al igual que en el caso anterior no me he resistido a subir un par de fotos del encuentro.
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