Aprovechando las vacaciones de San Juanes y el buen recuerdo que había dejado en nosotros la sierra de Gredos, la vez que estuvimos allí pasando unos días años atrás, decidimos volver a pasar unos días en el camping Gredos, situado en la carretera de la plataforma a 1,5 km del pueblo de Hoyos del Espino.
El camping esta ubicado en un pinar donde hay tremendos ejemplares de pino mediterraneo, con lo que las buenas sombras y la posibilidad de avistar gran variedad de aves es posible si dispones de la paciencia que siempre se requiere cuando se trata de observar aves.
Una muestra de las aves que pueden observarse en los pinos que se encuentran en el recinto del camping podéis verlas a continuación. Destacaré entre ellas al diminuto reyezuelo sencillo ave a la que no había tenido la oportunidad de ver hasta ahora. Mencionar también la gran cantidad de colirrojos tizones y pinzones comunes que se pueden escuchar y ven por todas partes, abundan también los herrerillos capuchinos, o sea que no había mas que apostarse bajo el toldo de la autocaravana en la tumbona y esperar a que hicieran acto de presencia. La dificultad para obtener buenas tomas, como siempre cuando se trata de fotografiar aves que se encuentran entre ramas y en zonas de luz y sombra, se centra en poder enfocar adecuadamente y conseguir una iluminación adecuada
Además de las aves que pudimos disfrutar en el entorno del camping, el objetivo principal era intentar observar al pechiazul, así es que dedicamos un día a subir a la laguna grande situada a dos horas y media desde el aparcamiento de la plataforma y durante el recorrido no dejé de buscar entre los piornos el esquivo ruiseñor, En el tramo de ascenso pudimos ver al escribano hortelano, ave a la que tampoco había visto con anterioridad, multitud de collalbas grises, bisbitas, incluso a un joven roquero rojo pero ni rastro del pechiazul. La hora a la que comenzamos la marcha hacia las 11:30 no era la mejor ya que como sabéis para la observación de aves son mejores las primeras horas de la mañana. El sol ya pegaba con mucha fuerza y las aves buscan el frescor y las sobras evitando su exposición a pleno sol.
La verdad es que el avistamiento del roquero ya me había alegrado la mañana, pero seguía con la espina del pechiazul clavada, así es que una vez llegados a la laguna grande repusimos fuerzas comiéndonos los bocadillos que nos habíamos preparado, disfrutamos del relax tumbados un rato en la hierba y vuelta de regreso al aparcamiento de la plataforma. Fué entonces al llegar a la zona mas elevada del recorrido cuando el manchón azul intenso del pecho emergiendo del intenso amarillo de los piornos, delató la presencia del precioso machete de ruiseñor pechiazul, del que os muestro a continuación unas imágenes. Todas la fotos están sacadas a pulso con el 500 por lo que el foco en alguna de las fotos no es bueno ya que no es fácil sujetarlo sin que haya trepidación, la luz también resultaba muy dura ya que serian aproximadamente las 3 de la tarde cuando tuvo lugar el encuentro y el sol pegaba con justicia, pero evidentemente la ocasión hay que aprovecharla cuando se presenta e intentar sacar el máximo partido a pesar de las dificultades que existan.
Estupendas fotos Julio.
ResponderEliminarSí, su trabajo le costó. Cargar con el maquinón por esa ruta sólo lo hace un auténtico enamorado de las aves.
Eliminar¡¡¡Qué tesón!!!
ResponderEliminarla verdad des que cargar con la máquina y el 500 durante mas de 6 horas primero cuesta arriba y después cuesta abajo, no creo que haya mucha gente que se anime a hacerlo, sin embargo cuando ves ese azul intenso del babero de este pequeño pájaro, se te olvidan todas las penurias que hayas tenido que soportar para poder verlo.
Eliminar