Ya de camino al coche para regresar a casa, con la máquina guardada ya en la mochila después de haber pasado un par de horas en los observatorios de Salburua, donde lo más interesante que había visto habían sido, los espectaculares bramidos de los ciervos en plena berrea, reclamando para sí las hembras de los alrededores, me he llevado una sorpresa mayúscula al ver sobre el césped de los jardines saliendo ya del entorno de Salburua y muy cerca del aparcamiento donde tenía el coche, a este ejemplar de pito real.
Rápidamente y sin dejar de vigilar los movimientos del pito real, he echado mochila a tierra y he sacado la máquina todo lo rápido que he podido, he dejado la mochila en el suelo y he comenzado su persecución por el prado. A medida que me acercaba y parecía que lo tenía a tiro, el pito real abandonaba el lugar donde estaba y se desplazaba volando hasta algún árbol próximo. Así que he optado por intentar sacarle alguna fotografía aunque la distancia no fuera la que me hubiera gustado...
He tenido que tirar a pulso cargando con el 500mm, por lo que no tenía mucha confianza en que hubiera sacado alguna foto potable. Después de verlas en casa, la verdad es que estoy más que satisfecho, ya que aunque ninguna es una maravilla, para mi era la primera vez que me las veía con un pito real y el encuentro no ha podido ser más satisfactorio
Va por ti Gonzalo, ya sabes que me quedé con muchas ganas de verlo contigo en el botánico, pero la perseverancia y el azar van haciendo su trabajo...