Condicionado por el confinamiento perimetral que estamos padeciendo, actualmente limito mi área de pajareo al monte próximo al barrio donde resido. No obstante de cuando en vez, la naturaleza y su fauna no deja de sorprenderme muy gratamente.
Ayer sin ir mas lejos, cuando me encontraba al aguardo, en uno de mis principales lugares de observación, disfrutando de los habituales reyezuelos, carboneros garrapinos, chochines, petirrojos y algunas otras aves que normalmente frecuentan la zona, descubrí en el visor de mi cámara un precioso pajarillo al que llevaba mucho tiempo deseando encontrar y que no había tenido todavía la oportunidad de observar, ni por tanto de fotografiar. Se trata como podéis ver de una curruca rabilarga, que al estar ya en otoño no luce su plumaje mas llamativo, pero que produjo en mi una tremenda satisfacción, al haber sido protagonista de ese inesperado encuentro
Supongo que también en vosotros se producirá ese subidón de adrenalina, cuando os encontráis por primera vez, con una de esas especies que se os han estado resistiendo durante largo tiempo...