Este domingo nos acercamos al bosque de Orgui para ver desde su observatorio la actividad de las aves que frecuentan sus comederos. La verdad es que se nota bastante que en esta época del año, las aves tienen otras fuentes naturales de alimentos y no necesitan frecuentar con la misma asiduidad los comederos en los que se aporta comida de forma artificial.
Respecto a las especies que ya habíamos podido observar la última vez que estuvimos en Orgui, la grata novedad fue la aparición del vistoso arrendajo, que se dejo ver en un par de ocasiones a lo largo de la mañana.
Muy poca actividad de los en otra época del año numerosos carboneros palustres, por otra parte los activos trepadores azules que aparecieron por los comederos, en su mayor parte eran jóvenes de este mismo año, por lo que el colorido de su plumaje no resulta tan atractivo como el de los adultos.
Tampoco apareció el pico picapinos que nos visitó la vez anterior que estuvimos aquí, pero aún así la mañana fue tremendamente gratificante y siempre le quedan a uno ganas de repetir.