Como veis, el comedero ha empezado a dar sus frutos...
En su comienzo estos son muy modestos ya que no podemos aspirar a especies espectaculares en el entorno totalmente urbano en el que se encuentra situado, pero nosotros nos damos por bien pagados pudiendo disfrutar delante de nuestras narices, de estos simpáticos gorriones haciendo cola en las ramas próximas para encaramarse al comedero y poder llevarse unos granos de alpiste a su estómago.
Tal vez con suerte y con tiempo, algún colirrojo, petirrojo o herrerillo despistado se deje caer por él...