Ante la imposibilidad de poder salir del municipio debido otra vez al confinamiento perimetral que estamos padeciendo, un paseo por el monte cercano al barrio donde resido me permitió poder sacar algunas fotografías a estos pequeños duendecillos. Debido a su habitual nerviosismo que apenas les permite tomar los posaderos durante breves instantes, estos pequeñines ponen a prueba la pericia del fotógrafo y la capacidad de enfoque de las cámaras mas exigentes.
Que nervio tienen... Muy bonitas imágenes... Buen fin de semana
ResponderEliminarGracias Ana, te deseo lo mismo
ResponderEliminarEspectaculares estos reyezuelos, enhorabuena Julio!!!
ResponderEliminarMuchas gracias Germán, la verdad es que son unos pajarillos encantadores
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